La trasversalidad es un concepto que según qué gobernantes no terminan de entender.
Dicho concepto explica a las ciudades y las comunidades que en ella conviven como entes vivos y heterogéneos, con intereses comunes y también cruzados.
Por ello, las políticas municipales tienden a aplicar esa transversalidad a las actividades y eventos organizados para el disfrute de los vecinos.
EntreTapas y su organización fue un claro ejemplo de ello.
Y en épocas donde todo se cuestiona y se critica, también es coherente aplicar el refuerzo positivo y poner en valor las cosas que se hacen bien.
Este pasado domingo, junto a la muestra gastronómica, en Dos Hermanas vimos un ejemplo de transversalidad cuando los numerosos vecinos que por allí pasaron pudieron hacerlo con sus hijos porque tenían una oferta lúdica a la altura de las circunstancias.
Numerosos chavales disfrutaban al aire libre de juegos de mesa, juegos tradicionales y actividades deportivas adaptadas a las diferentes edades y contextos.
Por si fuera poco, la Delegación de Igualdad también se sumó al día proponiendo juegos para fomentar el conocimiento de mujeres relevantes a través de la historia y fomentando la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.
En definitiva, Entre Tapas no fue solamente un festival gastronómico de primer nivel; fue un ejemplo de transversalidad a la hora de ejecutar políticas municipales que todos los presentes pudieron disfrutar de forma directa.
Y justo es reconocerlo.
Juanlu Rodríguez.